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19/10/08
Coágulos, trombosis y embolia *
Coágulos, trombosis y embolia
Cada vez, con más frecuencia, se comenta sobre personas que sufren de formación de coágulos (trombos) en las venas (que llevan la sangre hacia el corazón), o en las arterias (que conducen la sangre hacia los tejidos), ocasionándoles la interrupción parcial o total del flujo circulatorio, cuadro denominado trombosis, problema de gravedad variable. Un trombo que viaja desde el vaso sanguíneo o del corazón hasta otro lugar en el cuerpo se llama émbolo y el trastorno se denomina embolia. Por ejemplo, un émbolo que se presenta en los pulmones se denomina embolia pulmonar. Este proceso puede ser tan simple que solo signifique una pequeña a moderada molestia dolorosa en una región de un miembro, o puede constituirse en un proceso patológico que pone en riesgo la vida del paciente, o inclusive termina con ella.
Por la importancia del tema, la Sociedad Boliviana de Hematología y Hemoterapia, con la International Society on Thrombosis and Haemostasis (ISTH) y el Grupo Cooperativo Latinoamericano de Hemostasia y Trombosis (CLAHT), ha organizado para los días 29 y 30 de octubre, un Curso Educacional, que contará con la participación de siete profesionales de reconocida experiencia y prestigio internacional, provenientes de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
¡OH! conversó con sobre este evento con el Dr. Remberto Calvo, reconocido médico cochabambino, especialista en Hematología y actual presidente de la Sociedad de Hematología y Hemoterapia.
¡OH!: ¿Es un curso frecuente en el país?
En realidad, con las características particulares y el temario que se desarrollará en forma intensiva en los dos días de trabajo, diría que es la primera vez que en Bolivia se incide en esta patología.
Además, tiene una organización que permitirá la interacción entre los disertantes y los asistentes. Ya la primera mañana se inicia con un Taller de Trabajo que será de especial interés para los profesionales bioquímicos y de utilidad educacional para los médicos de diferentes especialidades. En las actividades siguientes, los temas abordados se desarrollarán en forma de conferencias y de presentación de casos de discusión, con el objetivo de que sirva de base para que los profesionales de ciencias de la salud formen sus marcos conceptuales para tomar decisiones médicas en el quehacer diario.
¡OH!: ¿Quiénes conforman la plataforma docente?
Los profesores que dictarán el curso son profesionales de mucha experiencia y prestigio internacional en el manejo de la temática a plantearse. Todos tienen un doctorado en medicina y un currículo de peso académico y profesional. De la Argentina estarán: la Dra. Lucia Kordich (Presidente de CLAHT), el Dr. Raúl Altman (del Comité Educacional de ISTH), las Dras. Alicia Blanco y Patricia Casais. De Chile, el Dr. Diego Mezano (de la U. Católica). Del Uruguay la Dra. Ana María Otero (U. de la República). Del Paraguay la Dra. Paula A. de Guggiari (del grupo CLAHT Paraguay). Además son Coordinadores del curso los doctores Uri Seligshon (Israel) y Fritss Rosendaal (Holanda).
¡OH!: ¿Qué son las trombosis?
Las trombosis y las embolias son patologías muy frecuentes, que se expresan por que la sangre pasa del estado liquido a sólido interrumpiendo la circulación de la sangre y se presentan en diferentes condiciones de salud, de ahí que son problemas que despiertan el interés de diferentes especialidades: cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, neurólogos, flebólogos, hematólogos, ginecólogos, especialistas en terapia intensiva, neumólogos, etc.
Al interrumpirse la llegada de sangre oxigenada a un tejido, se produce el daño de éste (ej. infarto del corazón, infarto pulmonar), y la lesión puede ocasionar la muerte o necrosis de ese tejido.
La trombosis en el sistema de venas, también interrumpe la circulación de la sangre hacia el corazón. Si es en un miembro - hecho frecuente en las varices de las piernas - este se hinchará y se alterará su función normal.
No solo son los coágulos que pueden interrumpir la circulación de la sangre. A veces se trata de un ateroma - frecuente en la arterioesclerosis - o de una embolia de aire o de tejido graso (complicación de cirugías mayores en huesos, de traumas extensos o de procedimientos de cirugía plástica - liposucción -).
¡OH!: ¿Qué personas son propensas a tener trombosis?
Los factores de riesgo para padecer trombosis y embolias son diversos. Comprenden a la hipertensión arterial; diabetes; algunas enfermedades del corazón como la estrechez de las válvulas, en donde el flujo en la aurícula se hace más lento y favorece la trombosis; tabaquismo; alcoholismo; aumento del ácido úrico; sedentarismo y obesidad; edad avanzada; uso de anticonceptivos; uso de cocaína; poliglobulia; factores genéticos como un estado de excesiva coagulabilidad de la sangre por disminución o ausencia de un factor que limita la formación anormal de coágulos; reposo prolongado en cama; haber dado a luz en los últimos seis meses; cirugía reciente, especialmente de cadera o rodilla; anomalías de la coagulación y la fibrinólisis; enfermedad neoplásica; enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico.
Otra causa es el daño del vaso, si un vaso se inflama, por ejemplo una vena por un trauma, se produce una lesión de la vecindad y daño de su cubierta interna que desencadena inmediatamente la coagulación depositándose trombos en la superficie del vaso, trombos que pueden desprenderse y constituir émbolos.
Hay la trombosis llamada ¨de la clase turista¨ en quienes permanecen sentados mucho tiempo durante un viaje: más de cuatro horas en avión o más de ocho en vehículo terrestre. Aumenta el riesgo si ya tienen várices.
¡OH!: ¿Cómo se manifiesta la trombosis o la embolia?
El cuadro clínico del proceso trombótico o embólico dependerá de la magnitud del trombo, del órgano comprometido, del estado previo del paciente.etc. Mejor pongamos un ejemplo: en la trombosis de las venas profundas de una pierna, habrá dolor en el miembro comprometido, aumento de la sensibilidad, signos de inflamación con hinchazón (edema), aumento del calor local y cambios en la coloración - enrojecimiento - de la piel.
Los síntomas serán otros referidos a la localización y función del órgano afectado. La obstrucción de una arteria del corazón tal vez tenga como principal síntoma el dolor y la sensación de opresión. Si el flujo está interrumpido en el cerebro, se manifestará con datos de deficiencia de las funciones de la región afectada, por ejemplo, pérdida de la movilidad de una parte del cuerpo, alteración o pérdida de la emisión de la palabra, insensibilidad en la zona corporal correspondiente, etc. Si es el pulmón el afectado podrá haber tos y dificultad respiratoria. Si se trata de una arteria obstruida en un miembro, habrá enfriamiento, dolor y cambios de la coloración.
No existe un cuadro único de presentación y evolución. En cada caso es el profesional médico que identificará los signos y síntomas para hacer el estudio y el diagnóstico correctos.
¡OH!: ¿Cómo se diagnostica una trombosis?
Las molestias y los signos que se presentan hacen presumir la existencia de una trombosis. El diagnóstico y la magnitud del proceso se realizan utilizando estudios complementarios.
Los exámenes de laboratorio clínico adecuadamente utilizados serán un pilar para iniciar estudios posteriores. Hay exámenes de alta complejidad que requieren de un laboratorio con personal altamente calificado y equipamiento apropiado, como las pruebas genéticas para buscar mutaciones.
Se hacen radiografías utilizando medios de contraste inyectados al vaso afectado. La ecografía o ultrasonografía (ecografía doppler) es un procedimiento que puede ubicar el trombo, permite definir su extensión y su papel en la alteración del flujo de la sangre. Puede ser de utilidad la Resonancia Magnética Nuclear, la Tomografía Axial Computarizada, además de otros estudios aún no realizables en nuestro medio.
¡OH!: ¿Cuál es el tratamiento para esta patología?
De la misma manera que se actúa en otras enfermedades, sigue siendo un adagio valedero el de ¨es mejor prevenir que curar¨
Si una persona tiene alguno de los factores de riesgo indicados más arriba, una buena alternativa será evitar que llegue a estados de formación de coágulos. Uno de los mayores mecanismos patogénicos es la placa que se forma en las arterias generalmente relacionada con los valores altos de colesterol. El modo de vida, la dieta, y el ejercicio deben ser contemplados en la prevención. Si no es suficiente debe acudirse al uso de medicamentos que reduzcan los valores del colesterol, sobre todo malo (LDL) y aumenten el bueno (HDL).
En las personas con várices en las piernas, el uso de medias elásticas, evitar que estén mucho tiempo de pie, o se sometan a un reposo prolongado, se constituye en una medida preventiva.
Hay mucha información de la utilidad de la aspirina a dosis bajas, que demuestra que los eventos secundarios a trombosis, especialmente arterial disminuyen sustancialmente con el uso cotidiano. A estas dosis bajas, los efectos secundarios son poco significativos. Como la aspirina, en la actualidad se cuenta con otros medicamentos que se denominan antiagregantes plaquetarios, que al actuar sobre la función de las plaquetas, evitan que éstas se aglomeren e inicien el proceso de la coagulación.
El tratamiento médico implica dos acciones:
1.- Inhibir hasta niveles apropiados la capacidad de la sangre para coagular. El nivel apropiado será el que evite la formación de coágulos o la progresión de los ya formados, sin llegar a un estado de falta de coagulación que provoque hemorragias.
El medicamento clásicamente utilizado para este objetivo es la heparina que impide la formación de coágulos. Con ciertas formas farmacéuticas, se requiere de tratamiento hospitalario. Otras pueden ser administradas en el paciente ambulatorio, dependerá de cada caso.
Hay una anticoagulación por vía oral, con drogas que interfieren la formación de algunos factores de la coagulación. En nuestro medio el más usado es la warfarina, cuyo empleo exige controles periódicos médicos y de laboratorio.
Se utiliza este procedimiento para el tratamiento prolongado de la enfermedad.
2.- Disolver los trombos que se han formado para conseguir la recirculación de la sangre y evitar la necrosis o muerte del tejido privado de circulación. Se utilizan productos enzimáticos capaces de disolver el coágulo y recuperar la permeabilidad del vaso obstruido. Esto solo es posible con un diagnóstico precoz de la trombosis o embolia ya que es efectivo dentro de las primeras seis horas de iniciado el proceso.
En ocasiones poco frecuentes, se puede necesitar un procedimiento quirúrgico como la extracción de coágulos de la vena o la colocación de un filtro en el interior de la vena para evitar que los coágulos que se desprende vayan al pulmón y produzcan una embolia.
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