Ataque cerebral: el daño es menor si se detecta rápido
De la Redacción de El Litoral
¿Cómo actuar? ¿Qué hacer? Son las preguntas más frecuentes a la hora de hablar sobre una afección neurológica conocida popularmente como Accidente Cerebro Vascular (ACV). En virtud de la conmemoración del Día Mundial del Ataque Cerebral, los especialistas insisten con la detección temprana del problema, ya que de ese modo los daños son significativamente menores.
El Dr. Juan Carlos Langhi confirmó “a nivel internacional, se intenta modificar el término de ACV por ataque cerebral, puesto que la definición de ataque se le atribuye a algo para lo cual uno no está preparado”. Un estudio realizado en el Servicio de Neurología del hospital Cullen reveló que desde octubre de 2009 a hoy se atendieron 105 pacientes internados que sufrieron ataques cerebrales de tipo isquémico (ver infografía).
“Nosotros podemos dar cuenta del trabajo en ese hospital. Es un porcentaje sesgado, pero representativo de una buena parte de la población”, indicó el neurólogo. También puso énfasis en el control de los factores de riesgo, ya que “eso puede reducir significativamente la incidencia del ataque. Es la tercera causa de muerte en el mundo y se debe concientizar a la comunidad”, sostuvo.
Los principales factores son: hipertensión arterial, cigarrillo, diabetes, alcoholismo, colesterol elevado, sedentarismo, uso de drogas ilícitas y sobrepeso u obesidad.
Qué hacer
Lo primero es saber cómo reconocer los síntomas de un posible ataque cerebral. Éstos son: falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo; confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender; problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos; dificultades para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación; dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.
Dentro de las recomendaciones para actuar ante situaciones de estas características, se aconseja como primera medida acostar la persona con un almohadón o varias almohadas, asegurándose de que no se caiga; debe permanecer sobre uno de sus costados para evitar que la saliva o un eventual vómito se dirijan a la vía respiratoria.
Lo posterior es comunicarse inmediatamente al servicio de emergencias, aclarando al operador que la persona sufrió un ataque cerebral, lo cual constituye una emergencia neurológica y requiere el envío de una ambulancia con código rojo.
Durante la espera, no es recomendable proporcionar al paciente ningún tipo de medicación. Si la persona es diabética, hay que controlarle la glucosa en sangre mediante la tira reactiva. Sólo en el caso de que la glucosa sea menor de 80 mg/dl se le podrá proporcionar algún alimento o bebida con azúcar. Para ello la persona deberá estar perfectamente sentada, despierta y con el mentón lo más pegado al tórax posible. Y si es posible, debe anotarse la hora exacta de comienzo de los síntomas.
1 persona cada 4 minutos
sufre un ataque cerebral en el país, de acuerdo a las estadísticas de la Sociedad Neurológica Argentina. Los especialistas ponen énfasis en la necesidad de consultar de forma urgente a un médico para que las consecuencias sean menores.
ellitoral.com
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