Luz solar, uno de los riesgos de esclerosis múltiple
Bajos niveles de luz solar y fiebre glandular figuran entre los principales riesgos de padecer esclerosis múltiple, una enfermedad con más prevalencia en sitios alejados de la región ecuatorial.
Así lo demuestran especialistas en un reciente estudio publicado en la revista Neurology, tras el análisis de los ingresos hospitalarios a causa de esta patología en Gran Bretaña, país con elevados índices de afección en la región norte.
Los autores, académicos de la Universidad de Oxford, recopilan también información sobre su incidencia en Escocia, cuyos enfermos presentan además déficit de vitamina D.
A juicio de los especialistas, el análisis de la luz solar podría explicar el 61 por ciento de la variación en el número de casos de pacientes en Gran Bretaña, pero, al combinar los efectos de los rayos solares y la fiebre glandular, se podría entender el 72 por ciento de la variación en los casos.
Para Doug Brown, de la Sociedad de Esclerosis Múltiple, el estudio demuestra que la enfermedad es causada por una serie de factores vinculados.
La esclerosis múltiple está caracterizada por la aparición de lesiones desmielinizantes, neurodegenerativas y crónicas del sistema nervioso central.
La literatura científica indica que las mujeres están más afectadas que los hombres y el comienzo de la enfermedad oscila entre los 20 y 40 años, aunque se puede observar a cualquier edad.
Entre los síntomas musculares se encuentran pérdida de equilibrio, espasmos musculares y problemas para mover brazos, piernas y la locomoción.
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