11/2/16

Receptores de serotonina influencian a receptores de miedo y estres en el cerebro [11-2-16]

 
Receptores Cerebrales al Miedo y al Estrés Influenciados por un Numero de Receptores de Serotonina

Cómo respondemos a situaciones estresantes y a tiempos difíciles se podría deber en parte a la dominancia de un marcador de superficie celular sobre otro en una región del cerebro involucrada en la regulación de respuestas y conductas emocionales, sugieren los resultados de un estudio de la Universidad de Pittsburgh presentado hoy en Neurociencias 2005, la 35ª. Reunion Anual de la Sociedad de Neurociencia. Estos dos marcadores—ambos receptores que determinan el efecto que tendrá el neurotransmisor serotonina sobre una neurona—parecen ser intermediarios claves que influencian el estado emocional y la conducta durante el estrés.

En un área localizada de la corteza prefrontal, donde se orquestan los pensamientos y la acción, el número y el índice de receptores de serotonina se encuentra directamente relacionados a la actividad de otra parte del cerebro llamada amígdala, critica en la producción de estados emocionales como el miedo. De acuerdo a Ahmad Hariri, Ph. D., líder de la investigación, este hallazgo se enfocan a lo que pudiera ser un factor fundamental contribuyente al desarrollo de trastornos psiquiátricos y a un mecanismo molecular clave como meta para el desarrollo de nuevas

Un gran reto fue buscar la asociación entre la amígdala y la las conductas emocionales y las enfermedades psiquiátricas como la depresión y la ansiedad, ya que relativamente pocos estudios han considerado la importancia de la corteza prefrontal subgenual y su relación con la actividad de la amígdala. La corteza prefrontal subgenual es un área donde la comunicación, o intercambio de lenguaje, toma lugar entre el impulso, amígdala reflexiva y la más lógica, corteza prefrontal del juicio.

"Nuestros descubrimientos previos sugieren que la corteza prefrontal subgenual proporciona un importante foro para el intercambio de palabras que es necesario para regular las emociones y las conductas emocionales. Ahora estamos aprendiendo que los receptores de serotonina en esta región sirven como mediadores importantes en dicha discusión, contribuyendo al como será el comportamiento o la respuesta en situaciones estresantes. Esto ayuda a establecer el tono de la discusión o determina si habrá o no discusión en primer lugar,” explica el Dr. Hariri, profesor asistente de psiquiatría y director del Programa de Desarrollo de la Genomita de Imágenes en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg y del Instituto y Clínicas Western Psichiatriic.

Patrick M. Fisher, un investigador asociado trabajando con el Dr. Hariri, presento los resultados preliminares del grupo que abarca a 18 sujetos normales. El estudio es uno de los pocos que recolecta datos en sujetos de investigación usando dos diferentes métodos de imágenes, permitiendo interpretaciones mas completas que bosquejan las relaciones entre los cambios moleculares en el cerbero y las diferencias en conducta.

Usando la tomografía por emisión de positrones (PET), que proporciona detalles tridimensionales de la distribución de las estructuras moleculares, los investigadores fueron capaces de examinar la disponibilidad de los dos receptores para serotonina en regiones específicas de los cerebros de los sujetos, incluyendo la amígdala y la corteza prefrontal subgenual. Uno de estos receptores, la 5-HT1A, causa que las neuronas se inhiban cuando la serotonina las alcanza. En contraste, al alcanzarla otro receptor, la 5-HT2A, las neuronas se excitan.

Los mismos sujetos también fueron sometidos una imagen por resonancia magnética funcional (fMRI), la cual mostró las áreas del cerbero que se ocupan de diferentes tareas. Los investigadores usaron sus protocolos estandarizados por medio de los cuales a los sujetos se les mostraban fotografías en blanco y negro de expresiones faciales que reflejaban cólera o temor, una simple aunque altamente sensitiva prueba que demuestra como la amígdala reacciona a importantes estímulos ambientales.

Aquellos sujetos en los que la PET mostró un número elevado de receptores de serotonina 5-HT1A en relación a los receptores 5-HT2A en la corteza prefrontal subgenual tenían menos actividad cerebral en esta región durante la fMRI, tal como se esperaba, ya que la 5-HT1A es el receptor inhibitorio. En estos mismos sujetos, la amígdala era mucho más estimulada que aquellos que tuvieron un bajo índice de receptores 5-HT1A a H-T2A o solo más de los receptores 5-HT2A. En esencia, los investigadores encontraron que los receptores específicos de serotonina ayudaban a controlar la extensión por la cual cualquier “discusión” racional toma lugar en la corteza prefrontal subgenual. Y en ausencia de la voz de la razón, puede permitir tales deseos.

"Con esta nueva información acerca de las estructuras moleculares y celulares, estamos formándonos un cuadro mas completa acerca de los factores que conducen a la actividad de circuitos cerebrales específicos para determinar la conducta emocional,” dice el Dr. Hariri.

En estudios anteriores, el DR. Hariri y sus colegas establecieron las bases cerebrales de una relación entre la variación genética y la conducta. Estudiando gente portadora de una forma de un gen necesario para determinar la expresión del transportador de la serotonina, que, a causa de esta variación son más vulnerables a desarrollar depresión al encararse circunstancias de la vida difíciles o estresantes, los investigadores encontraron un menor entrecruzamiento en la corteza prefrontal subgenual así como una mayor actividad en la amígdala.

"Los genes solos no predicen la conducta ni necesariamente determinan el riesgo de enfermedad. Ellos simplemente producen las bases que determinaran la estructura la estructura y función de las células, como es el caos de los receptores. Por supuesto, las neuronas trabajan juntas como un sistema, y estos sistemas de neuronas operan como circuitos, colectivamente procesan información que al final resultará en una conducta particular,” explico el Dr. Hariri.

Basado en los descubrimientos de su más reciente trabajo, el Dr. Hariri planea conducir estudios adicionales para determinar el impacto de esta variación genética sobre diferencias individuales en estos receptores de serotonina y la actividad resultante de la corteza prefrontal subgenual y la amígdala. Los resultados de tales estudios deberán proporcionar gran entendimiento de las vías biológicas específicas, desde los genes a las moléculas hasta los circuitos cerebrales, contribuyendo al riesgo de enfermedad.

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