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26/10/17

El riesgo de accidente cerebrovascular podría aumentar en la primera hora tras consumir alcohol [26-10-17]


El riesgo de accidente cerebrovascular podría aumentar en la primera hora tras consumir alcohol

Pero beber con moderación parece que es beneficioso en el tiempo, señalan investigadores


Durante alrededor de una hora después de beber incluso una cantidad reducida de alcohol, el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) aumenta, sugiere un pequeño estudio preliminar.

Pero aunque tal vez el riesgo aumente durante ese periodo corto, los investigadores anotaron que consumir alcohol con moderación a largo plazo podría en realidad reducir el riesgo de ataque cardiaco y ACV.

"El riesgo de accidente cerebrovascular isquémico podría elevarse temporalmente en las dos horas después de consumir tan poco como una ración de cerveza, vino o licor", apuntó la investigadora principal Elizabeth Mostofsky, miembro de la unidad de investigación de epidemiología cardiovascular del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston.

Sin embargo, una prueba concluyente sobre la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo agudo de ACV requeriría de un ensayo clínico a largo plazo, añadió.

"Aún así, estos resultados sugieren que hay un riesgo agudo elevado de accidente cerebrovascular isquémico que podría ser superado por los potenciales efectos beneficiosos de un consumo moderado de alcohol a largo plazo", aseguró Mostofsky. Pero los hallazgos podrían no aplicar a pacientes de ACV grave, agregó.

Para el estudio, que aparece en la edición en línea del 15 de julio de la revista Stroke, el grupo de Mostofsky entrevistó a 390 pacientes a los tres días después de sufrir un ACV. Los pacientes que no podían hablar o estaban demasiado enfermos fueron excluidos del estudio.

En total, catorce pacientes habían bebido en la hora antes de tener un ACV, encontraron los investigadores.

"Encontramos que en comparación con las horas en que no se consumió alcohol, el riesgo relativo de ACV tras el consumo de alcohol era 2.3 veces más alto en la hora tras beber cerveza, vino o licor", apuntó Mostofsky.

"El riesgo relativo fue de 1.6 en la segunda hora tras beber. Para las 24 horas, había una reducción de 30 por ciento en el riesgo", dijo.

Este patrón se sostuvo independientemente del tipo de alcohol consumido, o si los pacientes habían hecho ejercicio antes de sufrir el accidente cerebrovascular. Además, cuando los investigadores excluyeron al paciente que había consumido más de dos bebidas, el patrón continuó.

Este hallazgo podría deberse a los efectos inmediatos del alcohol, que aumenta la presión arterial y hace que las plaquetas sanguíneas se hagan más pegajosas, lo que tal vez aumenta el riesgo de coagulación, señalaron los autores.

Pero beber cantidades reducidas de alcohol parece tener con el tiempo un efecto beneficioso sobre las grasas sanguíneas, y tal vez haga que los vasos sanguíneos sean más flexibles, lo que podría reducir el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, plantearon los investigadores.

El accidente cerebrovascular es la tercera causa principal de muerte, y una importante causa de discapacidad a largo plazo en EE. UU., según la American Heart Association.

El Dr. Larry B. Goldstein, profesor de neurología y director del Centro de accidente cerebrovascular Duke del Centro médico de la Universidad de Duke, así como vocero de la American Heart Association/American Stroke Association, aseguró que "las directrices actuales indican que para las personas que beben, los hombres no deben consumir más de dos bebidas alcohólicas al día, y las mujeres no más de una. Además, las mujeres deben abstenerse durante el embarazo".

La evidencia sugiere que el consumo de alcohol entre leve y moderado en este rango se asocia con una reducción en el riesgo de ACV, pero beber más se asocia con un aumento en dicho riesgo, advirtió.

"Esta nueva investigación sugiere que el riesgo de accidente cerebrovascular podría verse temporalmente aumentado en la primera hora tras beber incluso cantidades reducidas de alcohol. Pero no había suficientes pacientes para determinar si el riesgo variaba dependiendo del tipo de alcohol consumido", apuntó Goldstein.

Añadió que los hallazgos no deben disuadir necesariamente de beber con moderación.

"Para los que consumen alcohol, este aumento temporal en el riesgo debe equilibrarse con la reducción potencial a largo plazo del riesgo con el consumo de leve a moderado", aseguró.

16/4/17

El optimismo podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular [16-4-17]


El optimismo podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular

Un estudio de dos años halló que los más optimistas eran los menos propensos a sufrir un ACV


Mientras más optimista sea, menos probable es que sufra un accidente cerebrovascular (ACV), sugiere un estudio reciente.

"El optimismo protege del ACV", aseguró el investigador Eric Kim, estudiante doctoral de la Universidad de Michigan. Aunque no se trata de una relación causal, Kim y colegas hallaron una asociación significativa.

El hallazgo aparece en la edición en línea del 21 de julio de la revista Stroke.

Kim señaló que la posible protección contra los ACV alarga la lista de beneficios de salud relacionados con el optimismo. Varios estudios ya han hallado que las personas más optimistas tienen un sistema inmunitario más saludable, se sanan más rápido de las heridas, tienen un menor riesgo de enfermedad cardiaca y otros beneficios, señaló.

Para el nuevo estudio, Kim y colegas observaron datos del Estudio de salud y jubilación. Se trata de una muestra nacionalmente representativa de adultos de EE. UU. mayores de 50 años.

El equipo estudió los resultados de pruebas estándares de optimismo para 6,044 hombres y mujeres. Al inicio del estudio, ninguno había sufrido un accidente cerebrovascular. La puntuación de optimismo se basó en una escala de 16 puntos. Los participantes autoevaluaron su salud, y el equipo les dio seguimiento durante dos años. Hubo 88 casos de ACV en el periodo de seguimiento.

Tras ajustar por la edad, cada aumento de una unidad en la puntuación de optimismo redujo el riesgo de ACV en alrededor de nueve por ciento, dijo Kim.

Los investigadores también ajustaron por otros factores como tabaquismo, uso de alcohol, raza, sexo, estado civil, presión arterial, enfermedades crónicas, enfermedad mental, índice de masa corporal y nivel de actividad física. Hallaron que la asociación entre el optimismo y un menor riesgo de ACV seguía siendo robusta.

¿Cómo se explica esa asociación? Una posibilidad es que los que esperan las mejores cosas de la vida toman medidas para fomentar su salud, apuntó Kim.

Otra posibilidad es un efecto biológico, señaló. "Creemos que el optimismo puede impactar el funcionamiento de forma similar que la depresión", planteó.

Un estudio distinto de investigadores finlandeses halló una relación entre un pesimismo bajo y un menor riesgo de ACV, pero no entre el optimismo y el ACV. Kim espera seguir su investigación, e incluir un enfoque sobre lo que impulsa la relación entre el optimismo y un menor riesgo de ACV.

El estudio recibió financiación parcial del Pioneer Portfolio de la Robert Wood Johnson Foundation a través del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania.

El Dr. Martin Seligman, que dirige el centro e investiga el optimismo hace mucho tiempo, asegura que el hallazgo reciente es "un nuevo descubrimiento importante".

Dijo que ya se ha relacionado el optimismo con protección contra los ataques cardiacos.

"Dado que el optimismo es algo que puede enseñarse, esto implica que un ensayo que enseñe optimismo a los pesimistas en riesgo de accidente cerebrovascular podría ser realmente beneficioso para la salud pública", aseguró.

Hermann Nabi, otro experto del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Médica de Francia, ha estudiado el pesimismo y el riesgo de ACV.

Dijo que los resultados eran interesantes pero también notó algunas limitaciones, como los antecedentes autorreportados de ACV y el seguimiento limitado. Aún así, asegura que los nuevos hallazgos son "una contribución importante a esta línea de investigación".

Kim enfatizó que definitivamente se puede aprender optimismo.

¿Cómo definir el optimismo? "El optimismo no se limita a la falta de ansiedad o depresión", señaló Kim. Una persona que busca ayuda por ansiedad o depresión puede pasar de un menos diez a cero o neutral en una escala, apuntó.

"El optimismo puede llevarle a las cifras positivas", dijo.

14/10/12

¿Es la presión arterial variable un nuevo factor de riesgo para accidente cerebrovascular?

  
¿Es la presión arterial variable un nuevo factor de riesgo para accidente cerebrovascular?

Según los expertos las fluctuaciones significativas podrían justificar tratamientos específicos

Una investigación británica reciente sugiere, contradiciendo la sabiduría médica establecida sobre la presión arterial y los accidentes cerebrovasculares, que la presión arterial extremadamente variable, y no sólo la hipertensión, pueden aumentar sustancialmente el riesgo de accidente cerebrovascular.

"Algunas personas tienen una hipertensión muy estable, en cuyo caso la hipertensión simple es lo que cuenta, pero la variabilidad de la hipertensión episódica es muy común e importa mucho más que la presión arterial media en algunos pacientes", señaló el Dr. Peter Rothwell, profesor de neurología de la Universidad de Oxford y autor líder de cuatro artículos en las ediciones del 13 de marzo de The Lancet y The Lancet Neurology.

Un artículo examinó la hipertensión y la variabilidad de la presión en cuatro grupos de 2,000 personas, cada uno de los cuales había sufrido accidentes cerebrovasculares menores conocidos como ataques isquémicos transitorios (AIT). Las siguientes son las señales de aviso del accidente cerebrovascular.

Hallaron que la gente que presentaba la mayor variación en la presión arterial sistólica (la medida superior en una lectura de presión arterial) a lo largo de siete consultas médicas, tenían seis veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular de consideración. La gente que presentó las lecturas más elevadas de presión arterial tuvo quince veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.

"El diagnóstico y tratamiento insuficientes de la hipertensión es un problema de consideración aparentemente de difícil solución en todos los sistemas de atención de la salud", aseguró Rothwell. "La nueva investigación muestra que parte del programa probablemente se debe a un reconocimiento inadecuado de los efectos de la variabilidad de la presión arterial sobre el diagnóstico en la práctica médica rutinaria en la atención primaria. Muestra que los médicos necesitan hacer diagnósticos basados en medidas de presión arterial que varían sustancialmente entre una consulta y otra".

El mensaje para los médicos es que necesitan cambiar la manera como perciben la presión arterial, dijo.

"Todas las directrices clínicas actuales instan a los médicos a ignorar la variabilidad y las lecturas elevadas ocasionales y a depender exclusivamente de la presión arterial promedio para varias visitas o la monitorización de 24 horas", señaló Rothwell. "La nueva investigación muestra que el aumento de la variabilidad en la presión arterial, los niveles de máximos de presión arterial y la hipertensión episódica se relacionan con riesgos elevados de accidente cerebrovascular y otros eventos vasculares, y recalcan que conformarse con que la presión arterial sea normal a veces es errado".

Otros artículos de Rothwell y sus colegas indicaron que los médicos deberían tener en cuenta la variabilidad de la presión arterial al escoger entre la gran cantidad de medicamentos que ahora se recetan para controlar la hipertensión. Un metaanálisis de 389 ensayos controlados halló que los efectos de la variabilidad de la hipertensión explicaron por qué algunos tipos de medicamentos para la hipertensión eran más efectivos que otros para prevenir el accidente cerebrovascular. Otro artículo examinó la mayor efectividad de los bloqueadores del canal del calcio y los diuréticos a base de tiazidas frente a los bloqueadores beta para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.

El resultado: "Los bloqueadores del canal del calcio y los diuréticos a base de tiazidas reducen la variabilidad de la [presión arterial], mientras que los bloqueadores beta la aumentan", concluyó Rothwell.

Hizo un llamado al desarrollo de medicamentos nuevos que al mismo tiempo estabilizarían y reducirían la presión arterial. "Los medicamentos que redujeron la variabilidad sin reducir la presión arterial promedio debería poder seguir previniendo el accidente cerebrovascular y probablemente sean útiles para los pacientes que no pueden tolerar reducciones en el promedio de presión arterial", según la hipótesis de Rothwell.

La variabilidad puede ser medida fácilmente cuando la gente visita a sus médicos, aunque "el hecho de que tanta gente ahora monitoriza su presión arterial en casa sería útil para identificar la variabilidad", dijo.

"Me parece que estos hallazgos son muy importantes e interesantes, y hasta podrían revolucionar el tratamiento de la presión arterial en el futuro", señaló el Dr. Philip B. Gorelick, director del Centro de Investigación del Accidente Cerebrovascular de la Universidad de Illinois y destacado experto estadounidense en presión arterial y accidente cerebrovascular. "Ofrecen una base muy importante para el cambio en tratamientos futuros".

Los hallazgos de Rothwell ya están comenzando a afectar la práctica de Gorelick, dijo.

"Primero, podríamos comenzar a evaluar pacientes que tengan medidas de presión arterial en busca de variabilidad para determinar si podemos elegir clases de medicamentos que puedan reducir la variabilidad", aseguró Gorelick. "Además, ciertamente podremos adoptar un programa en casa para detectar la variabilidad de la presión arterial, aunque la variabilidad entre consulta parece ser un factor más importante.

Los hallazgos también podrían afectar la opción del primer medicamento recetado para el control de la presión arterial, dijo. "Consideraríamos los bloqueadores del canal del calcio y los diuréticos como primera opción", señaló Gorelick.