El hipocampo y el estriado ventral interactúan especialmente bien en aquellas personas a las que les gusta innovar, ya que tienen un mayor desarrollo de las conexiones entre estos dos centros nerviosos
Madrid (25/11/08).- Investigadores de la de la Universidad de Bonn en Alemania han descubierto una asociación entre los rasgos de personalidad y las conexiones entre las áreas del cerebro. El estudio, que se publica en la edición digital de la revista Nature Neuroscience, identifica las conexiones cerebrales más fuertes en aquellas personas a las que les gusta lo nuevo o necesitan una mayor aceptación social.
Los investigadores, que han empleado técnicas de imagen por resonancia magnética, señalan que hasta hace relativamente poco era muy difícil hacer visible el entramado nervioso individual del cerebro "En principio esto era sólo posible utilizando secciones transversales del cerebro de personas fallecidas, que a su vez tenían que ser sometidas a tintes mediante un complejo proceso", explica Bernd Weber, coautor del estudio.
En su estudio, los científicos se centraron en el entramado nervioso del estriado. Además, los candidatos examinados tenían que elegir las descripciones que mejor caracterizaran su personalidad a partir de un cuestionario que tenían que completar. Las afirmaciones a evaluar eran del tipo "me gusta probar cosas nuevas sólo por diversión o porque son un desafío" o "prefiero estar en casa en vez de viajar o investigar nuevas cosas".
Los resultados mostraron que las personas a las que les gusta innovar tienen un mayor desarrollo de las conexiones entre el hipocampo y estriado ventral. En el estriado se localiza el sistema de recompensa que lleva a la acción y el hipocampo participa en determinadas funciones de la memoria.
En las personas orientadas a la innovación ambos centros parecen interactuar especialmente bien. Si el hipocampo identifica una experiencia como nueva le envía información sobre ella al estriado. Allí, ciertos neurotransmisores son liberados, lo que conduce a sensaciones positivas.
En el ámbito de la aceptación social se añadían cuestiones como "quiero gustar a los demás lo más posible" o "no me importa si a la gente le gusta como soy o la forma en la que me comporto".
En este sentido, los investigadores descubrieron que cuanto mayor era la conexión entre el lóbulo frontal y el estriado ventral, más distintivo era el deseo de reconocimiento que necesitaba la persona de su ambiente. Para los investigadores este resultado no era inesperado, ya que se sabe por ejemplo que las personas con defectos en el lóbulo frontal se saltan las normas con más frecuencia.
Los investigadores esperan confirmar sus resultados en otros experimentos en los que analizar también si las personas se comportan de forma diferente dependiendo de cómo es su circuito nervioso.
http://www.azprensa.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario